Estas carreras tienen como punto común que se realizan fuera
del estadio de atletismo, generalmente por carreteras o entre las calles de
ciudades y pueblos.
La maratón no figuraba en el programa de los Juegos
Olímpicos Antiguos, pero su leyenda señala a las diversas historias de la
mitología griega, como la historia del soldado Filípides, que corrió la
distancia entre el campo de batalla hasta la ciudad de Atenas, a donde llevó la
noticia de la victoria. En 1895, el francés Michel Bréal convenció a su amigo
Pierre de Coubertin para aprovecharse del mito y adaptarlo a los Juegos
Olímpicos modernos. Así, en los primeros Juegos de 1896, veinticuatro
competidores se reunieron en Maratón. El pastor griego Spiridon Louis se
convirtió en el primer ganador de esta nueva prueba. En los Juegos de Londres
en 1908, la familia real británica quiso que la carrera comenzase en el
Castillo de Windsor y que finalizara frente al palco real del Estadio Olímpico.
El trayecto medía precisamente 42,195 kilómetros y posteriormente se convirtió
en la distancia de la maratón oficial. Esta carrera de resistencia se disputa
por camino duro, sobre todo por las calles y en un recorrido llano.
Algunas competiciones se desarrollan sobre distancias
intermedias, como los 21,195 kilómetros de la media maratón. El ultrafondo
designa la carrera a pie de gran distancia, es decir, todas las distancias
superiores a los 42,195 km de la maratón. Se aplica a carreras en solitario y a
las carreras o («raids») siguientes: 6 horas, 12 horas, 24 horas, 6 días, ultra-trail,
raids por etapas, 100 kilómetros y carreras por etapas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario